No había momento más perfecto para que aparezcas en mi vida, me cures, me contengas y llenes ese vacío que sentía dentro de mí. Pero siempre me pregunto, ¿para que llegaste? ¿Para llenarme y luego exprimirme? Él era así, lo sentía mi vida, mi salvación, mi cura y mi perdición. Pero esa cura era mi nueva destrucción, mi desequilibrio emocional, era mi felicidad y mi tristeza, mi oasis y mi desierto, el me desestabilizaba tanto que me enfermaba. Muchas veces sentí morir por él, él era el balance perfecto en mi vida, me enfermaba y me curaba, él era así, era único, es único. Me hizo volar, sentí amor nuevamente y me sentía completa, lo siento todavía. Me destruye para luego armarme, me busca para dejarme. Me dice que estamos juntos pero no tenemos un título, ni estamos en una posición. Es la locura más linda que existe él, me enloqueció, me obsesionó, y acá me tiene, loca, loquísima por él, hasta daría mi vida, me ilusionó y de la forma que él quiera me va tener para siempre con él.